No hay una sola forma de hacer Product Management
Una reflexión personal acerca de mi experiencia vistiendo mi capa favorita: la de Product Manager.
Recuerdo el entusiasmo que tenía en 2019 cuando estaba por trabajar en producto por primera vez.
Venía leyendo todos libros habidos y por haber sobre el tema.
Pasé por INSPIRED de Mary Cagan, lógicamente, y después de varios meses de lectura, creía entender qué era ser un Product Manager.
Llego mi primer día como Product Manager, me introdujeron al equipo y comencé a obtener contexto acerca de sus objetivos y proyectos.
Estaba emocionado, pero esa emoción inicial no iba a durar mucho.
Más temprano que tarde, la realidad golpeó la tapa de los libros.
Mis primeras tareas no estaban orientadas a la gestión de un backlog, ni a la participación en talleres de ideación (UX estaba tercerizado en una agencia de usabilidad) o definición de iniciativas de producto.
Mi primer actividad fue hacer un benchmark competitivo.
Una comparación entre fichas técnicas de distintos productos.
Estaba confundido, sentía que había sido engañado. Esto no cuadraba en la definición del rol que había aprendido.
Durante mis 10 meses en la empresa, si bien estuve involucrando en decisiones de producto, gran parte de mi tiempo estuvo involucrada en la creación de tableros de análisis.
Esta primer experiencia muy frustrante, ya que si bien tuve la oportunidad de cargar un rol en el cuál me había preparado lo suficiente, mis responsabilidades distaban de lo que conocía en su momento como parte Product Management.
Justo al inicio de la pandemia de COVID, cambié de trabajo y mi experiencia fue otra.
Seguía bajo el mismo rol de Product Manager, pero mis tareas tenía un poco más de “color”.
Ahora, me involucraba directamente en entrevistas a usuarios, trabaja con mi equipo bajo metodologías ágiles, priorizaba y coordinaba iniciativas con stakeholders, supervisaba el desarrollo y mucho más.
¡Estaba en mi salsa!
Estaba contento. Por fin estaba haciendo Product Management propiamente dicho, cómo había aprendido en decenas de libros, artículos, podcasts, vídeos y cursos.
Pero, la cuestión es la siguiente: a medida que fueron sucediendo distintas otras experiencias en producto, fui observando como el rol fue cambiando de tono.
En una ocasión, un Product Manager vestía la capa de Product Owner y se metía más de lleno en Product Delivery.
En otra, el Product Manager era un mentor de emprendedores y los acompañaba en el desarrollo estratégico del negocio (Discovery) hasta el lanzamiento del MVP.
Y en mi última experiencia, un Product Manager trabaja sin un producto digital, pero más bien sobre una red de sistemas que generan valor para el equipo interno y clientes.
Creo que se entiende el punto.
Al día de hoy, ya no veo mi primer experiencia como Product Manager como fallida.
Resulta que analizar competidores y crear tableros de análisis es una matiz más del rol.
Probablemente no la más conocida, pero es algo que se puede esperar.
Entonces, entendí que no hay una sola forma de hacer Product Management. Eres líder y analista, estratega e ejecutor.
Las responsabilidades de un Product Manager pueden ser más amplias en la práctica que bajo la teoría.
En algunas empresas, lo que puede ser una tarea de analista de producto, en otras empresas es una responsabilidad del Product Manager y viceversa.
Mi experiencia me demostró las distintas matices y colores que tiene el rol.
Su alcance puede variar en gran manera por factores como:
Tipo de equipo: existen equipos muy técnicos que demandan un Product Manager que tenga con profundos conocimientos técnicos.
Seniority del equipo: tu estilo de comunicación y liderazgo probablemente cambie bastante dependiendo del nivel de experiencia del equipo.
Recursos disponibles: las herramientas y metodologías que se emplean alteran el flujo de trabajo y procesos sobre los cuáles el PM desempeña sus funciones.
Momento de la empresa: no es lo mismo hacer Product Management en una startup early-stage con un equipo de 4 desarrolladores que en una empresa de +1000 colaboradores y cientos de desarrolladores.
Una vez entendí esto, gané muchísima paz mental.
Entendí que mi misión como Product Manager no se ubicaba en un listado de tareas de un Job Description.
Mi misión como Product Manager se basa en una única premisa: alinear equipos y procesos en la entrega de valor continuo.
Para lograr esto, sé que puedo utilizar distintas herramientas y vestir diferentes sombreros según cada situación.
Me mantengo fiel a mi propósito como PM pero flexible en los detalles.
Los libros de Product Management, cómo así también artículos, cursos, publicaciones y demás contenido, son extremadamente útiles.
Lo siguen siendo para mí al día de hoy.
Pero es importante comprender que hay muchas maneras de hacer Product Management.
Y que todas son igual de válidas si el contexto lo justifica.
Con esto en mente, tendrás mucha paz mental al momento de iniciar una nueva aventura como Product Manager.
Un pequeño favor 🙏🏻
Espero que hayas disfrutado la lectura. Me encanta escribir sobre producto y me gustaría continuar con esto todas las semanas. Por esta razón, si encuentras esta publicación útil, me ayudarías muchísimo al compartirla con colegas y amigos.
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